jueves, 27 de febrero de 2014

Carnavales en el asfalto





“Pero es que los Carnavales son la alegría del pueblo, si claro, hay que pensar en el pueblo”, exclama desde la silla presidencial.

Los carnavales son la temporada de visitar las playas, lucir los mejores disfraces y por supuesto, todo esto, sin olvidar el compartir entre amigos y familiares. Cuando pensábamos que factores económicos como: La inflación, el desabastecimiento y los altos costos de la vida sacrificarían el bronceado de algunos temporadistas; el mandatario nacional apuntó en la mente y le dio en el blanco del venezolano. 

Los venezolanos este año, han tomado rutas más cortas para los carnavales. Apostándose en el asfalto de sus comunidades, llevando con ellos, en vez de protector solar, pancartas en señal de protesta.

El 12 de febrero, día de la juventud, el movimiento estudiantil venezolano decidió salir a las calles de manera pacífica, para exigir al presidente Nicolás Maduro la renuncia, debido a que muchos consideran que ha sido ineficiente en su gestión, lo que dejo a libre criterio, pero lo que me permite cambiar el refrán: “Para muestra un colon”.

No son precisamente las colas para adquirir los productos el único factor que refleja la incapacidad que ha tenido este Gobierno, la muestra de ello es que Venezuela es uno de los países con mayor inseguridad en América Latina. Según datos del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), 2013 fue el año en el que se registraron más cantidad de homicidios (24.763; unas 79 por cada 100 mil habitantes) y aunque el Ejecutivo desmintió las cifras arrojadas, la realidad es la certificación de tales estadísticas.


En el caso del 12F, lo que comenzó como una protesta pacífica terminó desencadenando actos de violencia en todo el país, enfrentamientos entre estudiantes y funcionarios policiales, que ahora tiene como resultado la muerte de varios venezolanos.

Hoy siguen las protestas, hoy el estudiantado se mantiene firme en nombre de los caídos y de sus compañeros detenidos. Ante eso el Presidente propone celebrar unos carnavales, lo que me permite preguntar: Acaso ¿Hay algo que celebrar en medio de tanta desgracia?

Será que Maduro no está consciente que mientras él pretende que el país se vista de fiesta, en las calles las detonaciones son incesantes, en especial por parte de funcionarios, quienes en vez de cumplir su labor y resguardar la seguridad de los venezolanos arremeten contra éstos como en un campo de batalla.

En una de las tantas manifestaciones, en el ajetreo de allá para acá, en busca de mejoras para mi país, leí una frase muy peculiar que decía: “En Venezuela no todo es caro, la vida no vale nada”, triste pero cierto.

Ya no se trata de si eres de una tendencia política o de otra, si eres de izquierda o de derecha, aquí el problema es que nos estamos jugando un país, que no podemos ser indolentes ante el sufrimiento de las madres de Bassil, Roberto, Génesis, José, Asdrubal, Alejandro, Geraldine, Jimmy, Wilder, estudiantes caídos en las manifestaciones, ni tampoco ante la vida de cada venezolano que se pierde mientras  el señor Presidente, en vez de tomar decisiones razonables en cuanto a políticas públicas, prefiere seguir cambiándole el disfraz al circo revolucionario.

Por ello, tras los hechos ocurridos en el país, gran parte de los venezolanos prefieren sacrificar sus vacaciones y se quedan en su playa de asfalto, y allí, apostados en la acera, con el disfraz de venezolano en resistencia, claman: Ya no más, no más colas, no más inseguridad, no más represión, no más violencia.


Notas relacionadas
Manifestantes trancan vías a playas de Puerto Cabello

0 comentarios:

Publicar un comentario